Fíjate bien.

Si tuviéramos que definir una cubierta vista en alguna parte del planeta, lo más seguro que comenzaríamos por comentar el acabado tan maravilloso que tiene el material del cual está hecha, la forma tan ingeniosa que tiene,  la ausencia o existencia de entrada de luz e incluso la rematería con la que han solucionado diversos puntos problemáticos.

 

En estas situaciones siempre vemos el conjunto, sin llegar a apreciar lo realmente importante,la FIJACIÓN;  que el verdadero “quid” del montaje de una cubierta sea un elemento tan minúsculo, es sencillamente impresionante.

 

            La tipología de tornillería es tan amplia que a veces es complicado elegir la correcta para realizar nuestro cometido, cuando sucede esto, la capacitación y profesionalidad del montador, junto con el apoyo del Departamento Técnico de los diferentes fabricantes,  es lo que alumbra la decisión.

 

En España, al igual que casi todo el mundo, los materiales más asiduos en cubierta son la chapa grecada y el panel sándwich. Las pautas que debemos seguir para la buena elección del sistema de anclaje para el montaje de dichos materiales son:

 

– Lo primordial es conocer la estructura sobre la que vamos a montar la cobertura; ésta puede ser metálica, madera u hormigón. Cuando la estructura es metálica, usaremos tornillos autotaladrantes y tendremos que fijarnos en el grosor de la correa para utilizar uno normal o uno especial. En el caso de que sea de hormigón o madera, previo al tornillo tenemos que hacer un taladro porque este modelo no es autotaladrante.

 

– Lo siguiente que tenemos que saber es el espesor del panel o la chapa, para elegir la longitud del tornillo, tiene que ser lo suficientemente largo como para atravesar la cobertura y anclarse en la estructura.

 

– Finalmente, es necesario conocer el sistema de montaje del fabricante  para declinarnos por tornillería equipada o no, es decir, si colocamos arandela de estanqueidad o no (a veces la arandela de estanqueidad que lleva la tornillería estorba y es innecesaria puesto que la estanqueidad no nos la proporciona  ésta).

 

En toda cubierta existen puntos problemáticos, puntos de posible entrada de agua como pueden ser lucernarios, chimeneas, exutorios, aireadores… La solución a esto radica en montar un remate que irá anclado a la cubierta con un tornillo autotaladrante (al ser chapa con chapa) y si va a la pared se podrá colocar un taco de golpe o un remache.

 

La seguridad de una cubierta la da el anclaje de la misma a la estructura, con lo que habrá que dar la importancia necesaria a una cosa tan aparentemente insignificante como es un tornillo.

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