Basado en hechos reales

BASADO EN HECHOS REALES

 

El tremendo ajuste que se ha producido en el sector de la construcción en nuestro país, ha sido la excusa perfecta para que a lo largo del proceso constructivo de un edificio se obvie lo más importante, que es la cualificación de la empresa ejecutante de los trabajos y se hable de otras cosas, como formas de pago, retenciones, garantías, avales, plazos de ejecución, sanciones, etc, etc.

He aquí nuestro día a día, en tres casos prácticos. Obviamente, las respuestas nunca fueron reales, más bien reflexiones que nunca se llegaron a plasmar hasta el día de hoy en papel.

El torpe:

«Me pongo en contacto con ustedes para solicitarles su mejor precio para la instalación de una cubierta de teja que nos han adjudicado. Necesito que vayan mañana por la mañana  a la obra para hablar con mi encargado y nos puedan dar el precio más barato posible ya que hemos cogido la obra muy ajustada. El arquitecto nos ha comentado que el montaje de la teja se tiene que hacer con omegas y en seco y no sabemos qué es eso. Es urgentísimo que vayan mañana porque tenemos que empezar la obra pasado mañana»

«Estimado señor, entiendo que su tiempo es valioso, pero le aseguro que el mío también, y me gustaría saber cómo quieren empezar una obra si no saben ni qué hay que hacer. Con respecto al sistema de montaje de la teja, he de admitir que alucino con el hecho de que la propiedad le haya adjudicado los trabajos sin usted saber qué está ofertando. Por último una curiosidad, ¿me puede explicar cómo ha ofertado algo que no sabe cómo se hace?»

El típico:

«Las cosas están muy mal………así que hemos tenido que coger esta obra por precio. Claro, es que si no lo hacíamos nosotros, lo iba a hacer otro y no están las cosas para perder trabajos. Así que danos precio de las partidas que adjuntamos, pero quiero lo más barato que haya en el mercado. Me da igual lo que sea, pero tengo que conseguir levantar unas pérdidas que tengo del 30%»

«Es evidente, las cosas están muy mal, pero que muy mal. Como otro va a hacer una locura la hago yo, ¿no es esa su premisa?. Pero claro, déjeme adivinar,  usted da por hecho que encontrará alguno de su pelaje, que dirá lo mismo, pero un escalón por debajo….como era el refrán, ah sí, Dios los cría y ellos se juntan. Lo de buscar algo más barato, pues claro que lo hay, faltaría más, pero ¿ha tenido usted la educación de preguntar al que le ha adjudicado los trabajos si va a aceptar cambiar duros a pesetas?»

El abusón

«Hola, soy fulanito de la super mega empresa constructora menganita. Como bien sabrás, somos marca España, vamos con el señor Rajoy y el Rey, presumiendo por todos los países del tamaño de nuestras……cualidades como empresa. El hecho es que hemos sido adjudicatarios de esta obra, y bueno, como somos así de majos, hemos decidido que vas a ser uno de tantos mediocres que se van a pelear por la subasta que vamos a realizar de los trabajos de referencia. No nos importa su capacitación, ni su entidad de empresa, lo único que vamos a valorar es que sean los más baratos y sobre todo que se traguen una forma de pago ILEGAL, a 180, 210 ó 240 días. Por cierto, la oferta la tenía que haber tenido ya, por lo que no se que hace que no la manda. De lo que pone en la memoria, ni caso; lo más barato, que somos quien somos y aquí se hace lo que nosotros digamos»

«Es la décima vez en una semana que su empresa me solicita precio. Les recuerdo que la última vez, me amenazaron con ponerme en no sé qué lista negra para que nadie quisiera trabajar con nosotros. ¿Me recuerda ya?, fui el que le dije que me pusiera el primero. Si quiere, le hago un resumen del por qué de esta decisión. Para empezar, nos propone una relación contractual basada en una ilegalidad como es una forma de pago que cuadriplica lo que establece la ley. Por otro lado, ¿por qué me aplican un 10% de retención en todas mis facturas?, ¿en concepto de garantía?. Miren, si no se fían de mí, no me contraten, es así de sencillo. Por último, sus formas, todos sabemos que a ustedes le tienen que cuadrar los números. Por lo que al final de mis trabajos, me aplicarán la «quita» que haga que les cuadre su margen de beneficio. Es increíble que siga habiendo gente que esté dispuesta a convertirse en sus esclavos, pero obviamente ustedes basan su negocio en aprovecharse de las necesidades de los demás, y ahora la necesidad es muy grande.»

 

 

 

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